Pongan una traviesa Jue, 11/07/2013

Pongan una traviesa en su vida, y la misma irá como el ‘ave’, sí ese tren fantástico en el que todo el mundo quiere viajar por aquello de lo cercano al futuro imaginario. Se lo digo porque ahora están que las regalan.

Sólo tienen que acudir a un tramo del antiguo ferrocarril Santander-Mediterráneo en el que estén desmantelando las vías, y la infraestructura ferroviaria en general, y ponerse a la cola. ¡Cómo churros!, oigan.

Total por cinco euros pueden llevarse a casa una viga estupenda, tratada con creosota, un compuesto químico derivado de alquitranes que en 2003 fue prohibido por la Unión Europea por su probado potencial cancerígeno.

Sí, les digo que desde que en febrero de este año se puso en marcha en nuestra provincia la maquinaria devastadora, que no atiende a razones pequeñas ni grandes, con el objetivo de destruir un pasado sin esbozar ningún presente por cuatro perras, hay un mercado ‘libre’ de traviesas.

(Entre paréntesis, y por lo bajo, aquí cerca de Salas de los Infantes, pueden encontrar algún postor de maderas traviesas, y también les digo que no se pueden abandonar, ni quemar, por su peligro potencial para la salud humana y medioambiental y que su venta ha de estar regulada por su toxicidad).

El caso es que algunos Ayuntamientos, La Revilla-Ahedo, Salas de los Infantes, Castrillo de la Reina y Cabezón de la Sierra, se están oponiendo con todas sus fuerzas a que se puedan seguir quitando traviesas, en un pequeño tramo del Santander-Mediterráneo.

Son 13 kilómetros entre Salas y Cabezón que preservarían una parte mínima del patrimonio ferroviario, y darían cobijo al proyecto ‘Un tren de cine’, que auspiciado por la Asociación para la Recuperación del Patrimonio Ferroviario (Arpafer), está bastante avanzado con la inclusión de un museo del ferrocarril.

Pero ni por esas, ADIF, ese Administrador de las Infraestructuras Ferroviarias, que vela por nosotros para ganar unos eurillos, cual Atila entra por campos, caminos y veredas, se coloca encima de los raíles, y simulando ser una hembra mantis religiosa en el momento de la cópula ‘devora’ las vías del tren.

Los municipios aludidos han enviado escritos, también Arpafer, a los responsables de todas las instituciones implicadas en la operación ‘eliminación de las vías’, esgrimiendo las razones patrimoniales, históricas, turísticas y de futuro por las que consideran que esos 13 kilómetros, tan llenos de encanto y posibles, deben dejarse para nuestros nietos como parte de una vida. Aún es posible.

 

 

Fuente_el_correo_de_burgos

Fuente de la noticia: 
http://www.elcorreodeburgos.com/articulos-de-opinion/2013-07-11/pongan-una-traviesa