Castrillo de la Reina

Al rescate de las enaguas

B. Antón / Castrillo - sábado, 18 de agosto de 2012

 

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La localidad celebra hoy la III edición de la Fiesta del Traje Serrano. En el salón del Ayuntamiento se exhibirán prendas que tienen hasta dos siglos de antigüedad y que son prestadas para la ocasión por los vecinos

Hace dos años los vecinos de Castrillo de la Reina decidieron desempolvar los antiguos trajes de serrana y serrano que durante años habían estado guardados para exhibirlos y celebrar una jornada de puesta en valor de esta ropa que han ido conservando durante el paso de las décadas e incluso de los siglos. Mañana sábado, por tercer año consecutivo, la Asociación Cultural Alto de la Muela volverá a organizar la Fiesta del Traje Serrano, en una jornada que además, como aseguran los impulsores, sirve para reivindicar estas prendas auténticas. «Pretendemos que las que se hagan modernas respeten los adornos, formas, telas y colores de las antiguas, que no se desvirtúen, porque si no, poco a poco, se irá perdiendo esa esencia», asegura Margarita González, una de las personas de las cuales partió la iniciativa.
La jornada comenzará temprano, ya que a las 8 de la mañana se abrirán las puertas del salón del Ayuntamiento para recibir las ropas que van entregando los vecinos y que se van identificando en varios aspectos: en el tipo de prendas que son, en su propietario y en el año al que pertenecen aproximadamente. Poco a poco, esas ropas van colocándose en diferentes maniquís o sobre otros elementos para que se puedan observar fácilmente.
Esta muestra se abrirá al público a las 17 horas, se mantendrá abierta hasta entrada la noche y se acompañará de otra serie de actividades. A las 18 horas está previsto que se esquilen dos ovejas a la antigua usanza, con tijeras, y una vez extraída la lana, el grupo de hilanderas de Castrillo hará una demostración de los diferentes procesos por los que tiene que pasar para que pueda usarse, como es escarmenar o cardar. Todo ello acompañado de un grupo de dulzaineros que animarán esta jornada en la que numerosos vecinos y visitantes se ataviarán con el traje serrano y que culminará con una merienda-cena a base de pan, chorizo y vino en porrón.
Castrillo de la Reina es uno de los pueblos de la provincia de Burgos que más prendas antiguas de este tipo conserva, y no sólo destaca su cantidad, sino la calidad con la que se han mantenido, a pesar de que en algunas de ellas sí ha hecho mella el paso del tiempo. Según los organizadores, el hecho de que se conserven tantas después de tantos años se debe a dos aspectos, por un lado en el hecho de que Castrillo, tal y como señalan, era un pueblo pobre y esa ropa mientras se podría se iba a seguir usando; y por otro, el apego de las generaciones posteriores, que en vez de deshacerse de esas ‘prendas viejas’ que encontraba por casa, han decidido conservarlas porque han encontrado en ellas valor.
La exposición estará formada por prendas muy antiguas, algunas de ellas incluso con doscientos años de existencia, y la mayoría, pertenecientes al siglo pasado. Se mostrarán tanto trajes de hombre como de mujer, pero en su mayoría de estas últimas, porque curiosamente se han conservado más atuendos femeninos que masculinos.
El traje de serrana, que se lo ponían los días de fiesta, se caracteriza por estar formado por una saya, generalmente en color rojo, que debía ser el que más gustaba, aunque también había morado o amarillo y llegaba hasta los tobillos. La tela era muy gruesa, iba entablada y llevaba una serie de adornos, aunque eran muy sencillos, como la tirana picada, que es característica de estas faldas de la localidad pinariega. También es típica de esta localidad la denominada saya de carro, porque estaba elaborada con una tela que vendían los carreteros y que llevaba dibujadas unas flores negras. Sobre la falda llevaban un delantal largo, que podía ser de varios colores y tenía diferentes bordados.
Bajo la falda se llevaban enaguas y refajos, que los hacían de colores vistosos porque se veían al levantarse la saya para subir escaleras o no pisar barro, por ejemplo. En la parte superior, está compuesto por una camisa blanca, de cáñamo o lino, y por un chaleco, que en Castrillo se denomina armiya, siempre es de color rojo. Sobre él se lleva una chaqueta negra, con ribetes de terciopelo y adornos metálicos como cascabeles y botones. También usaban dos pañuelos, uno bajo el chaleco y otro sobre la cabeza. Como curiosidad, señalan que estas prendas antiguas son muy pequeñas, lo que indica que las mujeres que las usaban hace décadas eran menudas.

Las famosas hilanderas de Castrillo han paseado los trajes serranos por toda la provincia. Hoy volverán a lucirlos durante la demostración de la rueca y el huso. Azúa