TROTABURGOS / CASTRILLO DE LA REINA

Una villa que rebosa tradición

Rutas, yacimientos arqueológicos, necrópolis y construcciones medievales son el marco perfecto para descubrir el patrimonio histórico

03/11/2018

 
 
  • Vista aérea de la localidad burgalesa Castrillo de la Reina. - ISRAEL L. MURILLOVista aérea de la localidad burgalesa Castrillo de la Reina. - ISRAEL L. MURILLO
 

Los habitantes de Castrillo de la Reina se han esforzado por mantener viva la tradición que caracteriza a esta localidad, que forma ya parte de la identidad cultural de los castrillenses. Es un municipio situado en la comarca de la Demanda que junto con Salas de los Infantes, Hacinas y el Concejo de Arriba, forma parte de la Hermandad de Villas ‘Junta de Ledanías’. Su casco urbano discurre protegido, en ocasiones, de las aguas bravas del ríoCiruelo. Con una población de unos 248 habitantes y asentada al pie del pico de La Muela, se encuentra Castrillo de la Reina, una tierra compleja en la que se localiza un elevado número de yacimientos arqueológicos. 
En su origen, con una altitud de 985 metros, sus habitantes se dedicaban a la agricultura y ganadería, con la que han conseguido siempre vivir del cáñamo y el lino. La localidad atravesada por la carretera CL-117 comunica Salas de los Infantes con Palacios de la Sierra y se encuentra a 65 kilómetros de la capital burgalesa. Una villa de tradiciones arraigadas se levantó sobre un asentamiento medieval en que sólo han quedado resto de diferentes necrópolis como la Covacha de las Monjas, Hornillos, Saelices, El Villar y Aguamediano. 
La localidad situada al suroeste de la provincia conserva una interesante ermita semirupestre perteneciente al Alto Medievo. Posee otra necrópolis en las que los lugareños llaman el ‘Alto de la Muela’, una pequeña elevación en el límite del pueblo coronada por la ermita de Santa Ana. y desde el que se puede apreciar unas buenas vistas y una exposición de troncos de árboles fósiles al aire libre. A la vez es de destacar la iglesia parroquial de San Esteban.
En el paraje de Castrillo también se han encontrado restos fósiles y diversas huellas de dinosaurios. Desde 2010, el árbol fósil de Matalaguna, está protegido y es visitable por medio de una de las muchas rutas de las que esta localidad disfruta. Saliendo del pueblo hacia la plaza del Rollo por una pista nos adentramos en la dehesa, donde tranquilamente suele pastar el ganado vacuno, y a través de la que se consigue llegar a Peñas Lenguas. Algo más allá, se encuentra el árbol de 16 metros, del periodo cretácico inferior, con 120 millones de años. Monumentos más modernos como el del ‘Homenaje a mis paisanos’ en la Plaza Mayor y su privilegiada situación en la Sierra de la Demanda dotan al pueblo de un interés extra para los amantes de la naturaleza, que pueden adentrarse en ella sin dificultad. 
Anualmente, en el mes de agosto, gran parte del pueblo se vuelca en la representación teatral de ‘Los siete infantes de Lara’, basado en el texto ‘El Bastardo Mudarra’ de Lope de Vega. Una actividad en la que participan un centenar de vecinos de la localidad y que cada año reúne a miles de visitantes. Durante estos tres días de agosto, el pueblo entero se vuelca con la actuación. Son los mismos vecinos los que, vestidos de época y dotados de escudos y lanzas, representan la obra. El esfuerzo que toda la población hace se ve siempre recompensado, prueba de ello es que la obra se lleva representando ya 26 años de forma consecutiva, recibiendo a más de 50.000 visitantes.
La historia de los ‘Siete Infantes de Lara’ tiene su origen en un cantar de gesta del siglo XI, que cuenta los sucesos ocurridos en estas tierras en el último tercio del siglo X; y que llenaron las historias, la poesía, el teatro y el romancero de la España entera.
Unos de los momentos más importantes del año tienen lugar con la romería de La Muela, una cita en la que se entremezclan el colorido de los trajes serranos y los sentimientos de devoción hacia Santa Ana, cuya imagen se venera bailando sin descanso desde la iglesia hasta el Alto de la Muela, en cuya ermita se celebra una misa edición tras edición.
Las fiestas patronales de San Esteban es otro de los grandes reclamos del pueblo. La jornada comienza con el repique de las campanas, una escena que se conserva en pocos municipios. Siguiendo la tradición, los vecinos y vecinas le brindan un especial y emotivo baile al Santo con el espectacular y colorido traje tradicional de Castrillo de la Reina, con el que bailan la jota de cara alSanto. Los festejos suelen continuar con San Estebita, una marcha que destaca por el concurso de tortillas y la chorizada que cada año organiza la asociación cultural ‘Alto de la Muela’. La última de las jornadas de estas fiestas tiene lugar con el ‘Día de los Quintos’.
La gastronomía es, nunca mejor dicho, otro plato de los platos fuertes de la tradición de la villa castrillense. Famosos son los embutidos que en esta localidad se elaboran. Aunque también hay que destacar el queso fresco y el lechazo de oveja churra. También hay un espacio para el arte, pero también para el recuerdo. En la Plaza Mayor del municipio se encuentra el ‘Homenaje a mis paisanos’, una estatua realizada por el Padre Salas. La villa de Castrillo de la Reina es, en definitiva, un fantástico lugar para conocer la historia, para disfrutar de las huellas del pasado

 

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