Tesoros históricos a ras de suelo y olor a cecina curada al estilo tradicional
Las Huellas de dinosaurios, los árboles fósiles y las necrópolis hacen de Castrillo de la Reina una de las poblaciones más interesantes de la Sierra de La Demanda
Las Huellas de dinosaurios, los árboles fósiles y las necrópolis hacen de Castrillo de la Reina una de las poblaciones más interesantes de la Sierra de La Demanda
Arropada al pie del pico de La Muela y regada por las aguas del río Ciruelos se asienta
Castrillo de la Reina, un pueblo donde el viajero puede descubrir auténticos vestigios
del pasado, entre ellos numerosos restos de diferentes necrópolis de la época
altomedieval, diversas huellas de los animales que poblaron el planeta hace
millones de años, y numerosos árboles fosilizados que han sobrevivido al paso
del tiempo para contarnos su historia.
Además, el que llega a Castrillo también puede empaparse de cultura y teatro
al ser este pueblo lugar de obligada parada en el mes de agosto cuando se
interpreta durante varias noches, y de una forma magnífica en el atrio de la
iglesia, la leyenda de ‘Los Siete Infantes de Lara’.
Nuestro paseo comienza en uno de los enclaves de visita obligatoria: el Árbol
Fósil de Matalaguna que data de hace 120 millones de años y mide casi 17 metros.
Para acceder al paraje donde se ubica el árbol fósil hay que tomar una pista que
sale al final del pueblo y seguir los paneles indicativos. Después de unos tres
kilómetros y medio, que pueden recorrerse en coche, llegaremos al lugar donde
se encuentra este tesoro que ha esperado tantos millones de años para ser
descubierto. Este árbol fósil afloró durante la década de los 80 y permaneció
sepultado hasta que de 2005 a 2010 Castrillo aúno esfuerzos para poner en valor
el mayor resto vegetal de flora fósil cretácica encontrado en España. Desde 2010
se encuentra cercado por un cerramiento para conservarlo de las inclemencias,
pero puede visitarse y descubrirse a través de las vallas.
Continuamos nuestra ruta en Castrillo para descubrir la ermita rupestre de
Santiuste, o la Covacha de los Moros como es conocida popularmente. A las
afueras del pueblo, en dirección a Palacios de la Sierra, está señalizado
a mano izquierda un camino que nos guiará hasta este lugar donde se
encuentra una peña arenisca, de unos cinco metros de altura, en la que
se excavó una pequeña capilla en su base. Muy cerca de esta iglesia alto medieval
se encuentra otra peña en la que hay excavadas en la roca cinco tumbas antropomorfas.
Seguimos nuestro camino para seguir descubriendo tesoros de Castrillo.
Nuestro siguiente paraje por visitar es Saelices, donde se encuentran 30
tumbas más. También está muy bien indicado su camino para el turista,
ya que desde el cruce de la carretera con Moncalvillo podemos seguir las
indicaciones que nos llevarán a cruzar la antigua vía del tren y el río Ciruelos.
Tras un camino de unos cinco kilómetros llegamos a Saelices para de nuevo
descubrir este espectacular lugar lleno de historia.
Es hora de coger fuerzas y de saborear la gastronomía de Castrillo de la Reina
que tan buena fama tiene con sus cecinas, chorizos y jamones curados de forma
casera que hacen que todo el que pasa por allí caiga en la tentación de para
r para comprar una pieza en La Cueva de Ra, en primera línea de carretera.
Proponemos no dejar Castrillo sin antes visitar la Plaza Mayor donde se pueden
encontrar varias huellas de dinosaurio y otros restos de árbol fósil.