SOCIEDAD
Castrillo de la Reina ya tiene quien siga dando fama a su cecina
R. FERNÁNDEZ
21/04/2016
La despoblación no deja solo calles vacías en los pueblos, también hace que la cultura, las tradiciones e incluso la gastronomía popular corran el riesgo de desaparecer. En Castrillo de la Reina, un pueblo de la Sierra de la Demanda con unos 200 habitantes, uno de sus mayores activos gastronómicos ha estado a punto de echar el cierre tras 75 años siendo uno de los principales motivos por los que este municipio era lugar de parada obligada: su exquisita cecina.
Los protagonistas de la fama de este producto tan conocido son los dueños de ‘Casa Eugenia’, Margarita, Apolo y Aniceto, que consiguieron a base de trabajo, mucho mimo y dedicación esta seña de identidad para su pueblo elaborando cecina y otros productos curados que han sido consumidos por millones de personas. Ahora, después de tres cuartos de siglo de andadura los tres artífices de la fama de la cecina de Castrillo se han jubilado provocando que por momentos se temiera por la continuidad de su legado, algo que gracias a la apuesta de una joven castrillense continuará intacto.
Y es que hay gente joven que todavía apuesta por vivir en sus pueblos y que además lo hace generando empleo y dando continuidad a aquellos que fueron imprescindibles para sus vecinos. Es el caso de Raquel Díaz Ibáñez, que hace unos años abrió ‘La Cueva de Ra’, un bar-restaurante en plena línea de carretera y que ahora es también el nuevo paraíso de la cecina, ya que esta joven castrillense de 34 años ha apostado por aprender el método de curación y continuar con la labor que dejan Margarita, Apolo y Aniceto.
«Es una verdadera ilusión saber que se va a continuar con el trabajo que nosotros hemos hecho durante 75 años y saber que se va a hacer exactamente igual que hasta ahora», confiesa Margarita. «Lo más importante que le hemos trasmitido a Raquel es que para conseguir un buen producto final la materia prima debe ser la de mejor calidad. Eso, sumado al mimo con el que se hacen las cosas y lo artesanal de la elaboración, es el secreto del éxito», añade la artífice de la mejor cecina de la zona de Pinares.
Y es que desde Casa Eugenia durante estos últimos meses han enseñado todos los secretos para que la cecina, el jamón, el lomo o la panceta sigan siendo igual de buenos como hasta ahora. «Queremos que la gente que venga a comprar cecina a ‘La Cueva de Ra’ se vaya diciendo: es igual de buena que antes. Eso ya está sucediendo y es el mejor premio al esfuerzo», explica la joven empresaria que a partir de ahora es la responsable de continuar con la fama gastronómica de este pueblo.
«Es un orgullo continuar con este legado y poder seguir ofreciendo al público los productos de Castrillo de la Reina. Es una responsabilidad y una verdadera ilusión poder aprender de ellos el modo artesanal de elaborar estos productos que tanto han distinguido a este pueblo», señala Raquel ilusionada con este nuevo reto con el que ya lleva en activo unos meses.
Para los vecinos y para su alcalde, Galo Contreras, saber que Castrillo de la Reina seguirá siendo la cuna de la cecina es «algo que a todos nos da muchísima alegría, ya que tras 75 años es difícil asumir que algo que tanta fama ha dado a este pueblo desaparezca sin más», concluye el primer edil castrillense.
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